La cubierta es uno de los elementos más importantes dentro de la envolvente de un edificio. Su principal función es proteger la parte superior de la vivienda de los agentes climáticos y otros factores. En esta ocasión, vamos a conocer hasta 10 tipos de cubiertas diferentes que existen para que puedas elegir la que mejor se ajusta a las necesidades de tu hogar.
Es fundamental que la cubierta que elijas no solo sea de la máxima calidad. También es primordial que se instale de forma óptima para disfrutar del máximo aislamiento térmico y acústico. Ten en cuenta que la cubierta es uno de los elementos que impide el paso del agua al interior y que mejora la estética general de la construcción.
10 tipos de cubiertas
Si hablamos de modalidades constructivas, podemos citar hasta 10 tipos principales de cubiertas. Cada una de ellas presenta una serie de características, por lo que es importante conocer el máximo número de detalles y elementos posibles para elegir la más adecuada. A continuación, te mostramos cuáles son estos tipos de cubiertas más habituales.
Cubierta a un agua
La cubierta a un agua es aquella que solo tiene un faldón de cubierta inclinado hacia un lado. Esta inclinación, uniforme en la mayoría de los casos, no está conectada a ninguna otra superficie del techo. Un tipo de diseño, fácil de construir y barato de montar, que se emplea especialmente en ampliaciones de vivienda y formando parte de otros estilos de cubierta.
Cubierta a 2 aguas
Dentro de los tipos de cubiertas, la de 2 aguas es la más común. Consta de dos faldones (simétricos o asimétricos) inclinados en direcciones opuestas que coinciden en línea recta horizontal en la parte más alta. Una de las ventajas de la cubierta a dos aguas es que es una estructura muy funcional, ya que se adapta a la mayoría de construcciones y es fácil de construir e instalar con tejas cerámicas.
Cubierta a 4 aguas
La cubierta a 4 aguas se caracteriza por la presencia de una vertiente por cada pared de la fachada. Hablamos, pues, de 4 planos inclinados, por lo que resulta más compleja que la anterior. Suele ser muy habitual en zonas con vientos fuertes aunque, a diferencia de la cubierta a dos aguas, no permite una ventilación óptima y carece de hastiales o sectores triangulares de las paredes.
Cubierta plana
Muy habitual entre los tipos de cubiertas es la cubierta plana, compuesta principalmente por uno o varios faldones con una pendiente inferior al 5%. Son cubiertas que permiten el tránsito de personas por su superficie. No obstante, a pesar de recibir el nombre de plana, tiene una ligera pendiente con el objetivo de drenar el agua de lluvia y dirigirla a las canaletas o sumideros.
Cubierta mariposa
La cubierta mariposa es una estructura que consiste en realidad en un tejado a dos aguas invertido, es decir, los faldones de la cubierta se inclinan hacia el interior. A simple vista, es una estructura muy similar a las alas de una mariposa, de ahí su nombre. La principal ventaja de este tipo de cubierta es que la vivienda adquiere mucha luz y ventilación. Sin embargo, la capacidad de drenar el agua de lluvia se reduce bastante.
Cubierta en sierra
Conocida también como cubierta en forma de M, la cubierta en sierra está formada por dos o más cubiertas a dos aguas. Estas cubiertas son de tamaño inferior y están dispuestas de forma paralela y en sección triangular. Generalmente, están orientadas hacia el norte y su principal ventaja es que proporcionan una luz natural uniforme en un área más grande.
Cubierta holandesa
La cubierta holandesa es uno de los tipos de cubierta más interesantes. Se trata, básicamente, de una cubierta a cuatro aguas, pero con una cabeza en ambos extremos de la vivienda y con dos faldones menores. Un diseño de cubierta que proporciona un espacio extra y permite la entrada de luz natural más fácilmente. Por tanto, es una cubierta ideal si lo que se desea es aprovechar al máximo la luz.
Cubierta de mansarda
Menos conocida es, probablemente, la cubierta de mansarda. Creada por el arquitecto francés del siglo XVII François Mansart, en cada lado de la cubierta vemos un faldón de cubierta y un faldón de mansarda. Los faldones de mansarda poseen una mayor inclinación, lo que permite que se pueda aumentar y optimizar el espacio existente bajo la cubierta de forma más sencilla.
Cubierta con faldones de mansarda
Uno de los tipos de cubierta más complejos y difíciles de construir es la cubierta con faldones de mansarda. De hecho, los faldones de esta cubierta poseen una mayor pendiente que los faldones de cubierta a dos o cuatro aguas y que la cubierta de mansarda. No obstante, este diseño permite aprovechar y optimizar mucho mejor el espacio en el interior del techo.
Cubierta abuhardillada
El último tipo de cubierta del que hablamos aquí es el de la cubierta abuhardillada. Esta cubierta es similar a la cubierta de mansarda, pero cuenta con dos aguas y una ventana de buhardilla que sobresale en la cubierta. De esta manera, se obtiene mayor cantidad de luz natural y se incrementa el espacio existente.