El tejado es una de las partes más importantes en una vivienda. Un elemento que protege de los factores externos, pero que también sirve como excelente aislante térmico y acústico. Uno de los aspectos más importantes a la hora de determinar su calidad y su eficiencia es la inclinación de un tejado.
A veces pensamos que la pendiente de los tejados se debe esencialmente a una mera cuestión estética. Pero nada más lejos de la realidad. Se trata, más bien, de un asunto arquitectónico y estructural que va mucho más allá. Veamos, precisamente, el por qué de esta inclinación y cuál es la pendiente máxima y mínima que debe tener un tejado.
¿Por qué es importante la inclinación de un tejado?
La inclinación o pendiente del tejado va a facilitar la evacuación natural del agua de lluvia de la manera más rápida y efectiva. Un techo de este tipo protege además de la nieve y el hielo y permite que estos elementos atmosféricos no se acumulen en la parte superior de la cubierta. Los tejados a tres aguas, por ejemplo, ofrecen un drenaje perfecto del agua.
Al mismo tiempo, esta inclinación posibilita que la vivienda posea un mayor aislamiento térmico, lo que se traduce en un importante ahorro energético. Hay que tener en cuenta que los techos inclinados están construidos para permitir la ventilación natural entre la capa exterior y el edificio. Con esto, lo que se consigue es preservar mucha más energía en el hogar.
¿Qué pendiente ha de tener un tejado?
La inclinación de un tejado se mide en porcentaje o en grados. Se considera que cuando una cubierta o un tejado tiene menos de un 5% de pendiente, estamos hablando de un tejado plano. No obstante, todos los fabricantes recomiendan que el tejado disponga al menos de una pendiente mínima del 1,5% para facilitar la evacuación del agua de la cubierta.
De lo contrario, el agua acumulada aumenta la proliferación de plantas y microorganismos, lo que supone un incremento en los costes de mantenimiento de la estructura. Es por esto por lo que la inclinación de un tejado suele tener siempre una pendiente máxima y una pendiente mínima.
Inclinación mínima
A pesar de que consideramos techo plano como aquel cuya pendiente sea menor al 10%, la inclinación de un techo plano de forma vertical debe contar con una pendiente mínima del 2%. No obstante, para un tejado de tejas la pendiente mínima recomendada es del 26%. A partir de aquí, todo dependerá del tipo de tejas a utilizar.
Sin ir más lejos, tal y como determina el Código Técnico de la Edificación (CTE), una cubierta de teja no tendrá la misma pendiente mínima que una cubierta metálica o una de hormigón. Para las tejas de barro, por ejemplo, la inclinación del tejado mínima se situaría en torno al 30%.
Inclinación máxima
La pendiente máxima de una cubierta o un tejado inclinado debe ser inferior a 60 grados. A partir de esta cifra, cualquier elemento estructural se considera una fachada. No obstante, al igual que ocurre con la inclinación mínima, se detalla también una pendiente recomendable en función del material que se emplee para la cobertura.
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