Mario Beramendi para La Voz de Galicia
Verea, una empresa de Mesía, ha empezado a colocar la cubierta de un hotel de lujo en un edificio emblemático del distrito histórico de la ciudad de Panamá, una obra que promueve un inversor de Nueva York. Ese lugar fue el patio de recreo de la élite militar, y el sitio en el que Manuel Noriega y la clase alta panameña celebraban sus fiestas. El selecto Club Unión, en el casco viejo, llevaba ya décadas muy deteriorado. La vegetación y los escombros se habían apoderado de este edificio centenario, con paredes desnudas y pilares a la vista, como si fuera un cadáver en descomposición. Sus ruinas sirvieron incluso como telón de fondo para el rodaje de películas de James Bond.
Hoy representa uno de los grandes desafíos para la restauración de un distrito que la Unesco declaró patrimonio de la humanidad en 1997. Paul Stallings, empresario neoyorquino, es quien lidera el proyecto para convertir ese edificio emblemático en un hotel de cinco estrellas. La empresa encargada de la cubierta es Verea, ubicada en Mesía (A Coruña), y que fabrica 50 millones de tejas al año. La firma gallega trabaja en el país centroamericano con un distribuidor local. «La obra se encuentra ahora a la mitad de su ejecución», explica Luis Verea, director de la compañía que fundó su padre hace ahora más de medio siglo.
Desde el pasado verano, Verea ha logrado introducirse en Panamá y también en otros cinco estados más de EE. UU.: Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Georgia, lo que supone un paso en la conquista de un gigantesco mercado, donde la teja gallega es un producto apreciado y sinónimo de edificación de calidad. La empresa de Mesía ya había logrado una buena posición en Florida; de hecho, el 60 % de las unidades que se colocan en cubiertas son fabricadas por Verea. Una zona que no solo demanda este producto para las edificaciones y las viviendas de alto valor económico, sino para proyectos públicos, como escuelas o guarderías.
Al borde del precipicio
Desde que puso un pie en Florida en el 2008, Verea no ha parado de crecer. Un desembarco que coincidió con el inicio de la crisis inmobiliaria en España, que desplomó el mercado interno de la construcción, y que puso este negocio al borde del precipicio. Como a muchas otras compañías, el salto al exterior los salvó. Verea exporta ya más de la mitad de lo que produce en el municipio coruñés de Mesía. Pero ese éxito internacional se debe a la innovación y a la fabricación de un producto de altísima calidad, reconocido internacionalmente.
«En los últimos años, hemos introducido cambios a la hora de producir; implantamos modernos procesos de cocción y secado que nos han dado una teja cerámica mucho más resistente a los cambios térmicos y físicos, y hemos seleccionado mejor las arcillas, procedentes de canteras propias», explica Luis Verea, director general de la compañía. «Ahora cocemos las tejas a más de mil grados, lo que nos da un producto que absorbe menos agua y que resiste mucho mejor las heladas y las bajas temperaturas», precisa.
Estas calidades son las que hicieron que la empresa de Mesía fuera la elegida para colocar la cubierta del Hotel Four Seasons Disney de Orlando, entre otros proyectos. La firma gallega desarrolla su actividad industrial en un complejo de 300.000 metros cuadrados, donde emplea a sesenta trabajadores. La conquista del mercado exterior le ha permitido elevar su facturación hasta los 10,3 millones de euros.